Si bien los zaragozanos somos muy de andar en bicicleta, y la capital aragonesa cuenta con una interesante infraestructura como para moverse en este medio de transporte, tampoco podemos perder de vista que hay otras ciudades europeas más asociadas a las bicis.
Tal es el caso de Ámsterdam, por ejemplo, probablemente la primera capital europea que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de bicicletas, y una famosa por la enorme cantidad de ellas que terminan en los canales, siendo rescatadas cada año.
Pues bien, esta situación es tan común en los Países Bajos que, básicamente, las autoridades locales venden esas bicicletas rescatadas de segunda mano a quienes estén interesados en ellas, y se hagan cargo del flete, para llevárselas del país, considerando que los ciclistas las cambian por otras nuevas con asombrosa facilidad.
¡Quiero una bici! trae las bicicletas holandesas a España
Pues bien, a partir de esto que hemos mencionado, no queríamos dejar de referirnos a un interesantísimo proyecto, como el que llevan a cabo Ana y David y que han denominado «¡Quiero una bici!«, intentando así resolver los problemas de todos los involucrados.
Ellos notaron que los Países Bajos quieren vender sus bicicletas, y muchos españoles se sienten atraídos por la posibilidad de hacerse con una unidad usada por un valor mínimo, así que comenzaron a tejer los lazos suficientes como para poder traerlas a distintas ciudades. Aquellas, claro, que demandaron al menos 100 bicicletas para sí.
Estamos hablando de localidades como o Burgos, Valladolid o Valencia, a las que pronto se podría sumar también Zaragoza si un centenar de personas reservan sus bicicletas, algo que puede hacerse fácilmente a través del formulario disponible en su página oficial.
Bicicletas de segunda mano, pero en perfectas condiciones
Algo importante que tienes que tener en cuenta, más allá de poder reservar tu bicicleta por este precio tan conveniente, es que todas ellas se encuentran en perfectas condiciones, ya que pasan por el taller antes de ser entregadas a sus nuevos dueños definitivamente.
Hechas para durar toda una vida, estas bicicletas poseen sistema de freno contrapedal, manillar para mantener una posición vertical, marcha única para reducir los costes de mantenimiento, cubrecadenas y guardabarros, y hasta un práctico portabultos.
El coste de la reserva es de sólo 30 euros, y se descuenta del valor final del vehículo, con la ventaja de que siempre será menor que el de una bicicleta completamente nueva y, por paradójico que sea, de peor calidad que estas holandesas recuperadas.