Rodajes cinematográficos en Aragón

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Las primeras películas de los Jimeno, Salida de misa de doce del Pilar y Saludos, fueron las primeras películas que se rodaron en Aragón, una tierra que a lo largo de los cien años siguientes se mostró muy acogedora con multitud de cineastas que decidieron rodar sus películas en sus bellos, diversos, evocadores, salvajes y muchas veces desesperados pueblos, escenarios y paisajes.

Enumeramos aquí algunos de los rodajes más significativos.

Uno de los grandes, Florián Rey dirigió Agustina de Aragón (1928) en Zaragoza, Nobleza baturra (1935) en los pueblos zaragozanos de Borja y Bisimbre, y Orosia (1943) en Ansó, Echo y la selva de Oza.

En 1939, André Malraux rodó en Teruel, Sierra de Teruel, su espléndido testimonio sobre la guerra civil española, un acontecimiento, por cierto, que provocó la filmación en tierras aragonesas de numerosos documentales, cien de los cuales los catalogó José María Claver en su libro El cine en Aragón durante la guerra civil (1997), en el mismo lugar donde se desarrollaban los hechos.

La ciudad de Zaragoza fue además testigo del rodaje de la célebre versión de Juan de Orduña de Agustina de Aragón (1949), interpretada por Aurora Bautista, de Culpable para un delito (1966, José Antonio Duce), un hito de la productora aragonesa Moncayo Films y de El lobby contra el cordero (1967-68), la vanguardista película de Antonio Maenza.

En el hermoso Monasterio de Piedra se filmaron la versión muda de Nobleza baturra (1925, Joaquín Dicenta) y El rostro del asesino (1965, Pedro Lazaga), otro producto de la factoría Moncayo Films.

En Daroca, José Luis Gonzalvo realizó en 1969, La ley de una raza, con Antonio «el bailarín» y La Chunga. Y Antonio Artero filmó Monegros (1968), su prestigioso documental sobre ese pasmoso paisaje.

Incluso el popularísimo Paco Martínez Soria protagonizó en su pueblo, Tarazona, una de sus comedias, Vaya par de gemelos (1977, Pedro Lazaga).

A partir de los años 80, los rodajes se multiplicaron espectacularmente por las tres provincias aragonesas, hasta el punto de que el Gobierno de Aragón editó en 1993 un libro escrito por Félix Zapatero, Aragón, un espacio de cine, que promocionaba Aragón como plató cinematográfico.

Jorge Sanz y Anthony Quinn estuvieron en Albarracín y Loarre para interpretar Valentina (1982), adaptación de Crónica del alba de Ramón J. Sender.

Otra mítica novela de Sender, Réquiem por un campesino español, fue rodada en 1985 por Francisco Betriú en tres pueblos cercanos a Calatayud, Chodes, Arándiga y Embid de la Ribera.

Tres películas más ambientadas en la guerra civil española se han filmado en Aragón en estos años: La vaquilla (1985, Luis G. Berlanga) en Sos del Rey Católico, Tierra y Libertad (1995, Ken Loach) en el Maestrazgo turolense y Libertarias (1996, Vicente Aranda), en varios pueblos del Bajo Aragón como Calaceite, La Fresneda, Alcañiz, Mas de Labrador y Albalate del Arzobispo.

Los paisajes de la provincia de Huesca fueron utilizados por Jaime de Armiñán (Al otro lado del túnel, 1994), José Luis Borau, que rodó en Riglos algunas escenas de Tata mía (1986) y Rafael Moleón, que utilizó el Castillo de Loarre y su entorno para la película infantil El niño invisible (1995), mientras Antonio Artero aprovechó las fiestas de San Lorenzo para situar algunas escenas de Cartas desde Huesca (1994).

El Monasterio de Veruela fue escenario de largometrajes como La noche oscura (1988, Carlos Saura), La marrana (1992, José Luis Cuerda).

Terry Gilliam se inclinó por el fantasmal Belchite para rodar Las aventuras del barón Münchausen (1988).

Bigas Luna eligió el mar de tierra de los Monegros para que Javier Bardem, Anna Galiena, Penélope Cruz, Jordi Molla y Stefanía Sandrelli dieran rienda suelta a sus pasiones en Jamón, jamón (1992).

El mismísimo Charlton Heston permaneció una temporada en el Monasterio de Veruela, en Loarre y en el Palacio de la Aljafería para rodar en 1991 la serie de televisión Opera Stones, idénticos escenarios, por cierto, que José María Forqué  utilizó para su serie televisiva sobre Miguel Servet (1988).

Diversos lugares alrededor de Calatayud como el Pantano de la Tranquera sirvieron para localizar El aire de un crimen (1987, Antonio Isasi).

Julio Medem ambientó Tierra (1996) en los viñedos y tierras de Cariñena, y Manuel Lombardero debutó en 1996 como director rodando En brazos de la mujer madura (interpretada junto a otros intérpretes españoles por las estrellas internacionales Faye Dunaway y Joanna Pacula) en tres pueblos turolenses, Cantavieja, Villafranca y La Iglesuela del Cid, produciéndose, por cierto, una notable polémica al provocar la prohibición arzobispal de rodar en una de sus iglesias.

En 1995, una de las indiscutibles personalidades de nuestro cine, Fernando Trueba, ganador de un Oscar por Belle Époque, rodó en Zaragoza la salida de la cárcel de Torrero del escritor, periodista y animador cultural Félix Romeo Pescador, que cumplía una condena por insumisión al servicio militar. El documento formó parte del largometraje Lumière y compañía, conmemoración del Centenario del Cine en el que colaboraron algunos de los directores más prestigiosos del mundo.

En la primavera de 1997, Emilio Martínez Lázaro dirigió en Zaragoza, la Base Americana y Alfajarín parte de la versión cinematográfica de una obra maestra del escritor zaragozano Ignacio Martínez de Pisón, Carreteras secundarias, una historia centrada en las peripecias vividas por un padre y un hijo que buscan un lugar en el sol en la España de 1974. La película, protagonizada por Antonio Resines, Fernando Ramallo, Maribel Verdú y Miriam Díaz Aroca, era el primer largometraje que se rodaba en Zaragoza en los últimos 30 años.

En octubre de 2000 se rodaron en el Monasterio de Piedra varias escenas de la película de Terry Guilliam El hombre que mató a don Quijote, protagonizada por Johnny Depp y Jean Rochefort.

La última gran superproducción norteamericana que ha usado escenarios aragoneses ha sido El Reino de los cielos (Ridley Scott, 2004) que contó con la participación de actores como Liam Neeson y Orlando Bloom y que transformó las inmediaciones del castillo de Loarre en una villa medieval. Ese mismo escenario sirvió para el rodaje de 2006 de la película Miguel y William de Inés París.

En 2003 se rodó en pleno paseo de la Independencia zaragozano la ópera prima de Miguel Ángel Lamata, Una de zombis.

Los fantasmas de Goya de Milos Forman (2006) es la última película producida en Hollywood que se rueda en el Monasterio de Veruela.

 

Fuente: www.enciclopedia-aragonesa.com

 

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