El mes de octubre es uno de los más lluviosos de todo el año. La presencia continua de temporales ponen a prueba techos y tejados, en los que es habitual que surjan goteras o filtraciones de agua. Si bien es importante contar con una póliza de hogar que cubra estos desperfectos, hay algunos consejos que podemos seguir para evitar males mayores ¡toma nota!
Cuando surge una humedad en casa es importante prestarle la atención necesaria, aunque pueda parecer algo irrelevante, a la larga puede convertirse en un problema grave. En primer lugar, es fundamental averiguar de qué tipo de humedad se trata en función de su origen. Por un lado, están las humedades por capilaridad, que surgen del contacto directo con el terreno; Por otro lado, están las humedades por condensación, muy comunes en zonas con mala aislación, como en baños o cocinas sin ventilación; finalmente se puede tratar de humedades por filtración, que aparecen en techos, ventanas, tejados o cubiertas debido al deterioro por el paso del tiempo. Este tercer tipo son las más habituales a causa de lluvias y temporales.
Para evitar cualquier tipo de humedad es conveniente contar con materiales de calidad en casa. También es importante contar con un buen aislamiento térmico en casa, con ventanas de doble acristalamiento y rotura del puente térmico. Más allá de los materiales y características de la vivienda, existen algunas acciones sencillas que pueden realizarse de forma diaria para evitar humedades. En la cocina o en los baños es recomendable usar siempre un sistema de extracción. En cuanto al resto de la casa, ventilar diez minutos cada día mejorará el ambiente y evitará desperfectos.
Si por desgracia ya han surgido humedades en la vivienda es importante contactar con un profesional que especifique el origen y la gravedad de las mismas, determinando la mejor solución. En la mayoría de los casos hay que atajar el problema desde su raíz, ya que pintar o quitar la mancha no evitará que esta vuelva a aparecer con el paso del tiempo.
