La crecida del Ebro en Zaragoza pasa sin causar grandes daños

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La nueva crecida del río Ebro atravesó ayer el tramo urbano de Zaragoza sin provocar daños de consideración y levantando una gran expectación entre los paseantes dominicales, especialmente en la zona de la Expo y en los puentes del centro de la ciudad. Los Bomberos únicamente consignaron alguna complicación por inundaciones en la zona de Pastriz tras comprobar que la nueva mota ha sufrido un gran desgaste por las dos avenidas consecutivas que ha soportado. Por el momento el agua que se ha filtrado únicamente afecta a terrenos de cultivo.

La crecida dejó un caudal de 1.357 metros cúbicos por segundo y cuatro metros de altura tras anegar cultivos de alfalfa y cereal de invierno, principalmente, en las localidades de la ribera alta, sin provocar inundaciones en los cascos urbanos. Según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), esta crecida ordinaria presenta caudales ligeramente superiores a los registrados hace diez días, cuando a su paso por Zaragoza llegaron a 1.264 metros cúbicos por segundo.

Una vez dejada atrás la ciudad de Zaragoza, en esta ocasión sus efectos en el tramo medio del Ebro pueden ser algo peores, ya que se espera que el caudal se mantenga en niveles altos durante más tiempo, entre 36 y 48 horas, además de que los acuíferos se encuentran más saturados que en la crecida anterior.

La CHE también confirmó que la crecida no ha causado la rotura de motas, aunque en Boquiñeni el agua rebasó una defensa rebajada con acuerdo del ayuntamiento para reducir la presión en el casco urbano y ha inundando varios cultivos. El alcalde de la población, Miguel Ángel Sanjuán, señaló que esa mota, que se rebajó de tres metros a 1,5 para preservar el casco urbano, presentó grietas en una pequeña parte y que por lo tanto quedaron esparcidas gravas por campos de cultivo cercanos. Sanjuán reconoció que el casco urbano está muy protegido y los vecinos han vivido esta riada ordinaria con mucha tranquilidad.

Por su parte, el secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), José Manuel Penella, ha precisó que esta riada afectará a más hectáreas que la de hace díez días, cuando se inundaron unas 2.500 en la ribera alta de cereales de invierno y alfalfa, además de hortalizas.

También explicó que el pasado episodio remitió de forma rápida sin causar afecciones, pero esta riada ha llegado pocos días después y sí se esperan daños en los cultivos por estrés hídrico en las raíces.

En Novillas, la primera localidad de la ribera zaragozana en recibir la crecida, el nivel del río ya ha bajado, según su alcalde, José Ayesa.

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