El verano de 2025 se presenta con altas expectativas turísticas para los ciudadanos de Aragón. Según la encuesta elaborada por la Unión de Consumidores de Aragón (UCARAGÓN), el 85,5% de los aragoneses tiene previsto viajar durante estas vacaciones, y de ellos, un 72,3% lo hará fuera del territorio autonómico. La muestra, realizada a 152 personas residentes en Aragón mediante un formulario digital, dibuja un perfil de turista que prioriza el descanso fuera de casa, con una inclinación mayoritaria por el turismo de sol y playa, y que asume un incremento generalizado de los precios respecto al año anterior.
El estudio revela que el gasto medio previsto por persona asciende a 1.240 euros, una cifra que, aunque significativa, no ha supuesto una merma en los planes vacacionales para la mayoría. De hecho, el 48,5% de los encuestados afirma que no piensa reducir su presupuesto, frente a un 29,2% que sí lo contempla y un 22,3% que aún no ha tomado una decisión definitiva.
El incremento de precios es una de las preocupaciones más destacadas. Un 76,2% de los participantes en la encuesta ha notado un encarecimiento general, sobre todo en los costes de transporte, donde se estima una subida del 10%. En este apartado, el 45,4% prevé gastar entre 200 y 500 euros, el 30% menos de 200 euros y un 10% entre 500 y 1.000 euros. En cuanto al medio de transporte, el automóvil particular continúa siendo el preferido por un amplio margen: el 63,1% de quienes viajarán lo utilizarán para desplazarse a su destino.
Respecto al alojamiento, el 46,9% de los encuestados optará por hoteles, hostales, pensiones o apartahoteles. Entre aquellos que no han contratado un paquete turístico —el 62,3% del total—, el gasto también se diversifica. El 30,8% de estas personas destinará entre 500 y 1.000 euros al hospedaje, el 22,3% menos de 500 euros, y un 13,1% entre 1.000 y 1.500 euros. Un 16,2% afirma que no gastará nada en este concepto, ya que se alojará en viviendas propias o de familiares.
En cuanto a la duración de las estancias, se aprecia un ligero aumento en el número de noches de alojamiento. El 15,4% de quienes viajarán tiene previsto pasar fuera al menos diez noches, un dato que refuerza la tendencia de realizar estancias más largas, posiblemente para amortiguar el coste del viaje.
La restauración es otro de los aspectos donde se refleja un patrón de gasto consistente. El 49,2% de los participantes señala que invertirá entre 200 y 500 euros en bares y restaurantes, mientras que un 24,6% gastará menos de 200 euros y un 16,2% entre 500 y 1.000 euros.
A pesar del entusiasmo general por las vacaciones, un 14,5% de los encuestados ha declarado que no viajará este verano. Las razones son diversas: un 40,9% lo hará en otro momento del año, un 18,2% no podrá hacerlo por motivos de salud y un 13,6% alega motivos económicos.
La muestra refleja, mayoritariamente, a personas entre 50 y 65 años (48%) y mayores de 65 (19,7%), lo que sugiere que el turismo sénior mantiene una fuerte presencia entre los planes estivales aragoneses. Además, un 17,1% de los encuestados pertenece al grupo de entre 40 y 50 años, evidenciando que la franja adulta de la población continúa liderando el gasto vacacional en la comunidad.