El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ha abierto la puerta a una revisión del calendario de cierre de la central nuclear de Almaraz, prevista para 2027 y 2028, en el marco del foro Wake Up, Spain! 2025, organizado por El Español-Invertia en Madrid. Durante su intervención, el directivo ha abogado por una extensión de su vida útil de hasta diez años, con el objetivo de replanificar el programa energético nacional y garantizar la estabilidad del suministro eléctrico.
«Yo creo que la solución es muy sencilla. Es alargar hasta diez años y, mientras tanto, replanificar y, con esa replanificación, ver cuál es el programa razonable para que todos los objetivos que tenga la planificación del Gobierno puedan funcionar», declaró Reynés en el evento.
Un calendario nuclear en debate
El sector energético español se encuentra en pleno debate sobre la viabilidad del calendario de desmantelamiento de las centrales nucleares, establecido en 2019 por las principales eléctricas y Enresa. Dicho plan estipula el cierre progresivo de todas las plantas hasta 2035, comenzando con Almaraz en 2027. Sin embargo, ante los desafíos actuales del mercado eléctrico y la necesidad de mantener la seguridad energética, cada vez más voces sugieren una revisión de estos plazos.
Francisco Reynés recordó que la última revisión de los permisos para Almaraz se concedió por siete y ocho años respectivamente, en lugar de los diez años habituales, lo que implica que la planificación del cierre no siguió el criterio estándar. En este sentido, el directivo considera que prolongar la actividad de la planta permitiría ganar tiempo para definir una transición más estructurada y adaptada a las necesidades del sistema eléctrico.
Garantizar el suministro sin perder de vista la transición energética
En su intervención, Reynés subrayó que la prioridad debe ser asegurar el suministro eléctrico al tiempo que se avanza en la descarbonización. Para ello, considera que es clave analizar si el cierre de las centrales nucleares es viable en los plazos previstos y si las energías renovables pueden cubrir su demanda sin afectar la estabilidad del sistema.
«El objetivo del cierre nuclear era evitar los residuos radioactivos y el objetivo de los ciclos combinados era intentar que, si los podemos hacer más amistosos con el medioambiente, lo sean. Es una solución técnicamente factible. Por lo tanto, nosotros en este sentido somos tecnológicamente neutros», señaló.
La propuesta de Francisco Reynés no supone un rechazo al plan de transición energética, sino una llamada a evaluar su viabilidad real en un contexto donde la demanda de electricidad sigue en aumento y la seguridad del suministro es una prioridad para empresas y ciudadanos.
El futuro de Almaraz y el modelo energético español
El debate sobre la energía nuclear en España sigue abierto. Almaraz, que cuenta con un 52,68% de participación de Iberdrola, un 36% de Endesa y un 11,29% de Naturgy, es una pieza clave en la estructura energética del país. Su cierre anticipado podría tener repercusiones en el mercado si no se implementan soluciones alternativas a tiempo.
Reynés, con su intervención en Wake Up, Spain! 2025, pone sobre la mesa la necesidad de revaluar los plazos y garantizar que cualquier decisión en materia energética se base en criterios técnicos y económicos sólidos. Su postura refuerza la idea de que la transición energética debe ser flexible y adaptarse a la realidad del mercado para evitar consecuencias no deseadas en el suministro eléctrico nacional.