La profesora e investigadora de la Universidad de Zaragoza, Amparo Martínez Herranz, ha publicado el libro Teatro Principal de Zaragoza, 225 años construyendo ciudad, una obra que actualiza su trabajo anterior de 1999 con nuevas imágenes y contenido. Disponible en los museos municipales, el libro recorre la historia del Teatro Principal desde el siglo XVIII hasta las innovaciones del siglo XXI, detallando reformas y ampliaciones del edificio.
Durante la presentación, la consejera de Cultura de Zaragoza, Sara Fernández, resaltó la importancia de preservar y divulgar el patrimonio histórico de la ciudad.
Ha opinado que la actual corporación municipal está volcada en la «digitalización«, porque detrás de todas las acciones hay un compromiso con la innovación y con ofrecer «las mejores propuestas» a los zaragozanos y «mantener vivo el legado» del Teatro Principal.
Para el director y gerente del Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen, José María Turmo, este trabajo evidencia «la preocupación constante y mantenida en el tiempo durante 225 años del Concejo de la ciudad por esta casa –Teatro Principal–«. En el caso de la Corporación municipal actual, «está a la altura de las grandes aportaciones de los arquitectos de cada época», ha asegurado Turmo, en referencia al «trabajo diario para actualización del recinto».
Como ejemplo de la «milenaria afición de los zaragozanos por el teatro», tal y como sostiene la obra recién publicada, que se remonta al siglo I d.C., en tiempo de la Caesaraugusta del emperador Tiberio, José María Turmo ha recordado un hecho más reciente en el tiempo, el incendio de la Casa de Comedias, ubicado en el entorno del Coso, que ardió un 12 de noviembre de 1778 y que se cobró la vida de 77 personas, además de los 52 heridos.
Por este motivo, las representaciones dramáticas y líricas estuvieron prohibidas durante cerca de 13 años en la capital aragonesa y, tras la celebración de espectáculos clandestinos y otros intentos frustrados de habilitar un espacio para una nueva casa de comedias, no fue hasta los últimos años de la década de 1790 cuando la propuesta Agustín Sanz comenzó a tomar forma.
APOYO DE IBERCAJA
El director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Ibercaja, Enrique Barbero, ha explicado que existen tres razones por las que la entidad bancaria apoya la publicación de este libro, así como el conjunto de acciones vinculadas al 225 aniversario del Teatro Principal.
En primer lugar, Barbero ha apuntado que en un momento en el que «todo es efímero y líquido» –citando la obra ‘Modernidad líquida’ de Zygmunt Bauman– «tener historia es un valor y para ello hay que estudiarla, analizarla, conocerla, y compartirla» como única fórmula de perpetuarla en el futuro, por tanto, Ibercaja se suma a todos aquellos proyectos que caminen en esta dirección.
Ha continuado indicando que «la cultura es la identidad de los pueblos», habla de su nivel de desarrollo, de la madurez que tienen las sociedades y las civilizaciones. «Avanzar en cultura es hacerlo en el desarrollo de la sociedad», ha resumido.
Como tercer argumento para justificar el respaldo de Ibercaja, Enrique Barbero ha simplificado: «Zaragoza». En este sentido, ha comentado que la entidad bancaria tiene presencia en todas las comunidades autónomas, «pero no nos olvidamos de dónde se hunden nuestras raíces, dónde tenemos nuestros servicios centrales, la ciudad de Zaragoza. No es en otra ni va a ser en otra en el futuro».
El directivo de Ibercaja ha aludido al «momento verdaderamente ebullente» que vive la capital aragonesa en el plano económico, caracterizado por la atracción de inversión tanto en volumen como en calidad. Este contexto, «requerirá que seamos capaces de atraer o reatraer a la población que se ha ido en los últimos años, sobre todo jóvenes, ofreciéndoles capacidad para desarrollarse».
Además de oportunidades laborales, formación y vivienda, «necesitamos una oferta cultural y de ocio de primer nivel», como la que programa el Teatro Principal, ha afirmado Barbero.
225 AÑOS CONSTRUYENDO CIUDAD
La obra ‘Teatro Principal de Zaragoza, 225 años construyendo ciudad’ se divide en siete capítulos. El primero de ellos está dedicado a la ‘Genealogía del Principal’, el segundo ahonda en los años de transición ‘De teatro provisional a teatro estable’, mientras que el tercero recopila los principales hitos del paso ‘De Teatro de Comedias a Teatro Principal’.
Los siguientes capítulos recuerdan ‘La ambición de un gran teatro’ o, en el caso del quinto, su ‘Difícil supervivencia’. Asimismo, el sexto señala una de las principales intervenciones del siglo XX, como fue ‘Un acceso digno para el Principal’. Los dos últimos abordan la época más reciente, con ‘Doscientos años en construcción’, y ‘El teatro ha cambiado, como nosotros hemos cambiado’, cerrando así la obra a modo de reflexión.
Su autora ha expresado su visión de los edificios públicos como «organismos vivos que se construyen, se estropean y restauran, pero también se añaden elementos, se mantienen y se actualizan». Es este punto, el Teatro Principal ha pasado de responder a las necesidades de una población de 40.000 habitantes –según el censo de Zaragoza cuando se construyó– a adaptarse a los casi 700.000 vecinos –aproximadamente– que tiene en la actualidad.
Martínez Herranz ha llamado la atención sobre la curiosidad del entorno en el que se ubica el actual Teatro Principal. «En un radio inferior a 40 metros está el Teatro Romano, enfrente estaba la Casa de Comedias del Hospital y, en esta misma localización, hubo otra Casa de Comedias en el siglo XVI», ha repasado, para añadir: «Es como si hubiera raíces ocultas bajo la tierra, una raigambre teatral» en un área considerada las afueras de la ciudad en otro tiempo.
Respecto a los primeros 30 años del Teatro Principal –1800-1829–, no exentos de «dificultades» y marcados por la ocupación de las tropas francesas, Martínez Herranz ha aclarado que fue una visita del monarca Fernando VII lo que impulsó el paso de provisional a estable con un proceso de redecoración incluido. En lo que resta de siglo XIX, será objeto de una «gran reforma», ha apostillado.
Considerado en documentos datados en el siglo XX como «el más bello de los teatros de España», la autora del libro ha aseverado que todavía conserva «un halo de ritual». Al acceder al edificio, «uno sabe que no solo va a ver una obra de teatro, sino que recorre un pedazo de la historia de Zaragoza y pasea por espacios que quienes nos antecedieron consideraron bellos»
En definitiva, la construcción del Teatro Principal, en 1799, «fue fruto de la constancia y del tesón de los zaragozanos por tener un espacio de entretenimiento que les pusiera, culturalmente, a la altura del resto de las ciudades de España», aunque su existencia a lo largo de 225 años «ha sido una gesta colectiva, liderada por el Consistorio», ha finalizado.
Para complementar la publicación, este martes, 12 de noviembre, a las 19.30 horas, la autora ofrecerá un debate-coloquio sobre la propuesta, en el marco del ciclo de conferencias ‘Las Artes Plásticas en el Teatro Principal de Zaragoza’, presentado por el catedrático de Historia del Cine, Agustín Sánchez Vidal. La entrada será libre hasta completar el aforo.
