El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado un programa piloto para que los ciudadanos puedan realizar compostaje en sus viviendas, comunidades de vecinos, colegios o asociaciones. El Área de Movilidad y Medio Ambiente proporcionará a los interesados compostadores estáticos y asesoría técnica para guiar el proceso a todos los participantes.
El proyecto, presentado este jueves por la consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, forma parte de la estrategia de implantación de la recogida separada de residuos orgánicos iniciada en abril. El objetivo es que los ciudadanos utilicen el compostaje como abono natural para sus huertos y jardines.
«Somos una ciudad que tiene una muy buena gestión de sus residuos, de las pocas que supera ese 30%, pero queremos llegar al 50% en el año 2025, tal y como nos plantea la ley y, para eso, tenemos que ir haciendo balances porque la única manera de concienciar a la ciudadanía es a través de los balances y que vean que ese esfuerzo que les estamos pidiendo merece la pena», ha planteado la consejera Gaudes.
Para su puesta en marcha, el Ayuntamiento de Zaragoza cederá a los interesados para su utilización un total de 800 aparatos compostadores estáticos de 300 litros de volumen. Asimismo, habrá otros 130 dinámicos que tienen un sistema de tambor rotatorio y un volumen de 125 litros.
«Estamos inmersos en la mejora de la gestión de los residuos con la progresiva implantación del contenedor marrón desde el pasado mes de abril, pero queremos que aquellos ciudadanos que realmente están ya concienciados con la gestión de los residuos puedan dar un paso más y utilicen esos residuos orgánicos como compost para abonar sus huertos o sus plantas», ha explicado Tatiana Gaudes.
Este proyecto está financiado con fondos europeos dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea y forma parte de las acciones que está desarrollando Zaragoza para gestionar y aprovechar los residuos orgánicos que se generan en los hogares, empresas y establecimientos zaragozanos.
El programa piloto está dirigido a personas y familias que residan en viviendas unifamiliares con jardín y o con huerto, o con terrazas de amplio tamaño que permitan la ubicación de los compostadores.
«Ya tenemos más de 20 solicitudes y también va a ir esto acompañado de un programa de educación y de concienciación medioambiental como no puede ser de otra manera en la que nos ayudarán a realizar ese compostaje», ha detallado Gaudes.
También podrán unirse las comunidades de vecinos y urbanizaciones con zonas comunitarias con espacio para depositar y compostar los biorresiduos; así como los centros educativos, con preferencia de aquellos que formen parte de la Red de Huertos Escolares Agroecológicos, y cualquier otra entidad, centro o asociación que cuente con un emplazamiento adecuado para la ubicación de las compostadoras.
Las personas interesadas en participar pueden registrarse en’https://www.zaragoza.es/sede/portal/medioambiente/residuos/r… compostaje/index’, donde además se recoge toda la información relativa al proyecto. Asimismo, esta semana han comenzado varias charlas informativas en los distritos.
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS
El Ayuntamiento de Zaragoza está desarrollando distintas acciones encaminadas a gestionar y aprovechar los residuos orgánicos que se generan en la ciudad. De este modo, el pasado mes de abril se inició la implantación en toda la capital del contenedor marrón para la recogida separada de la materia orgánica. Estos residuos servirán para elaborar compost y obtener energía en el Complejo de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ).
Asimismo, se ejecuta la recogida específica de la fracción orgánica de los residuos a grandes productores como mercados, supermercados, Mercazaragoza, asociación de floristas, entre otros. Y, además, se han creado sinergias con proyectos educativos de compostaje escolar como el que se desarrolla dentro de la Red de Huertos Escolares Agroecológicos.
Entre otras muchas acciones, los centros escolares de Zaragoza elaboran compost a partir de los restos de las comidas y los almuerzos que se generan en el propio centro para abonar sus huertos escolares.