Hace semanas nos preguntábamos qué pasaría con Zaragoza ante una crecida del Ebro. Pues bien, aunque entonces analizábamos una simulación exagerada, pensada más en virtud del largo plazo, ahora mismo experimentamos cierto temor por esta coyuntura.
Fue un fin de semana de preocupación en Zaragoza por la «crecida extraordinaria» del Ebro, como la denominaron las fuentes del Ayuntamiento que se encuentran trabajando en la prevención de incidentes como consecuencia de las inundaciones, varias inevitables.
A través de un comunicado de prensa, desde el consistorio han explicado que el tradicional Plan de Emergencia Municipal ha pasado ya a la fase de Alerta y se han intensificado las labores de prevención en todas las zonas vulnerables, a fin de evitar esos accidentes.
Reuniones con los Bomberos para planificar los pasos a seguir
En tal sentido, durante las primeras horas del domingo se llevó a cabo una nueva reunión con los Bomberos de Zaragoza como parte del seguimiento y la coordinación del Plan de Emergencia Municipal de Protección Civil. Fue con la presencia del alcalde, Jorge Azcón.
Además, allí estuvieron involucrados «responsables y técnicos de todos los servicios municipales que están participando en el desarrollo de actuaciones preventivas».
Básicamente, el encuentro tuvo como objetivo repasar los detalles que permiten que el Plan de Emergencia Municipal de Protección Civil pase de la fase de Alerta a la de Alarma. Considerando esto, se producirá el desalojo de enclaves afectados por las aguas.
¿Cuál es la situación del Ebro ahora mismo?
Según las últimas informaciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro, es probable que veamos el «pico» de la crecida durante la mañana de este martes, donde el río puede alcanzar alrededor de 2.500 metros cúbicos por segundo según las últimas previsiones.
Y mientras se consideran todas las variables que podrían afectar esos pronósticos, una gran atención está puesta en los entornos de Juslibol, Movera, Monzalbarba y Casetas, como bien explican en la nota oficial del Ayuntamiento acerca de los barrios rurales locales.
Y lo mismo si se trata de personas sin hogar, o que no cuenten con sus propios medios para auto-desalojarse, a quienes se les ofrecerá un alojamiento para que pasen estos complicados días, y se les brindará apoyo en su reinserción a la vida tras la bajada.