Desde hace algunos meses, la Universidad de Zaragoza está analizando la viabilidad de un potencial proyecto que podría cambiar para siempre el trazado de la ciudad.
En efecto, Zaragoza está estudiando sus azoteas para producir energía o alimentos, objetivo que tienen muchas otras grandes localidades alrededor del planeta, pero que en la capital aragonesa parece ir más adelantado que en la mayoría.
La iniciativa es noticia por estas horas porque los primeros resultados de este informe, que se encuadra en la convocatoria de Proyectos Puente 2020, han sido publicados a nivel internacional, en la prestigiosa revista «Science of the Total Environment».
Se quiere conocer su potencial como complemento
En concreto, investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales -IUCA-, de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura y del Centro Universitario de la Defensa, han sido los encargados de considerar la proyección de las azoteas a tales fines.
Pensando en la producción de alimentos, energía y recogida de agua a partir de estas instalaciones edilicias que se multiplican sobre todo en el centro de la ciudad, estos profesionales se han enfocado sobre todo en su potencial como complemento.
Es decir, Zaragoza no está evaluando de ninguna manera obtener la mayor parte de sus recursos a partir de lo que las azoteas puedan ayudar a producir, pero sí es cierto que interesa a las autoridades saber cuál es su capacidad en general.
En un estudio publicado en Science of the Total Environment, investigadores @IUCAunizar @EINAunizar y @CUDZaragoza, han estudiado cómo nuestros entornos urbanos están preparados para alcanzar condiciones de autoabastecimiento y autosuficiencia a través de los tejados de las casas pic.twitter.com/ga5ebaIDfn
— Universidad Zaragoza (@unizar) October 27, 2021
El desafío del autoabastecimiento urbano
El equipo de estudiosos, con el destacado profesor de Ingeniería de Diseño y Fabricación Jorge Sierra-Pérez a la cabeza, intenta averiguar «hasta qué punto nuestros entornos urbanos están preparados para alcanzar el autoabastecimiento o autosuficiencia».
Para obtener conclusiones fiables, los expertos utilizan modelos tridimensionales, y luego combinan su información con los datos del Catastro de la ciudad, para dar en sólo unos minutos con la cantidad de azoteas, su inclinación, su orientación, etc.
Por supuesto, la idea de este programa sería imposible si no se pensara en el uso de la energía solar como medio para conseguir la energía que hace falta para completarlo. Mientras tanto, los especialistas seguirán indagando en este cautivante proyecto.