Hace unos días comentábamos las últimas estadísticas que se registraban acerca de un fenómeno actual, el importante aumento en la cifra de zaragozanos que viven solos independientemente de cuáles sean los motivos detrás de esta situación.
En cualquier caso, que muchas personas vivan solas significa también que muchas de ellas morirán solas, y esto es lo que preocupa ahora mismo al Instituto de Medicina Legal de Aragón -IMLA-, a partir de una serie de registros recabados en los últimos meses.
En concreto, estos especialistas explican que, si durante todo el 2020, se contabilizaron 18 fallecidos en absoluta soledad en Zaragoza capital y provincia, en 2021 ya hemos igualado esas cifras cuando falta un tercio del año, demasiado tiempo aún para engrosar cifras.
Sobre todo hombres mayores de 70 años en la ciudad
Siempre de acuerdo al Instituto de Medicina Legal de Aragón, 2021 podría concluir con números graves, de hasta 30 muertos en soledad, si se mantienen los promedios de la reciente investigación, que hace hincapié en los hombres mayores de 70 años.
De hecho, son circunstancias consideradas un poco paradójicas, teniendo en cuenta que son más mujeres viudas las que viven sin compañía que hombres y, sin embargo, cada nuevo mes insiste en devolver más masculinos que femeninos fallecidos de ese modo.
Otro aspecto interesante es que la intervención de los bomberos y el cuerpo forense para determinar la identidad de cadáveres descubiertos tras varios días de descomposición, parece ser un problema de las ciudades, donde nos relacionamos menos.
Muerte -y vida- en soledad
Javier Viela, jefe de la Oficina Técnica del Mayor, comentó a Heraldo que «el problema de la soledad no elegida es difícil de detectar. Pero el problema real no es tanto que una persona fallezca sola sino todo lo que ha vivido antes, el aislamiento que ha tenido antes».
A esto hay que sumarle otras conclusiones ya del ámbito nacional, como las comunicadas por el Observatorio Social de la Fundación La Caixa, que advierten que «el 56% de los mayores de 55 años sintió soledad en la pandemia», más que nada las mujeres.
Indudablemente, ésta es una de las temáticas a las que tendrán que atender las autoridades ahora que lo peor de la pandemia, al menos desde el punto de vista epidemiológico, parece haber sido superado en Zaragoza.
