Todos los años, alrededor del mundo, los seres humanos desperdiciamos toneladas de alimentos que podrían consumirse perfectamente. Para evitar que esta situación se repita en el futuro, existen a día de hoy una serie de iniciativas que pretenden conseguir consumidores para esa comida, antes de que se eche a perder sin remedio.
No hace mucho, Aragón se sumó a la campaña contra el desperdicio alimentario de las Naciones Unidas. Pero las estadísticas indican que los mejores resultados se dan al beneficiarse todas las partes involucradas.
El exitoso caso de Encantado de comerte
Pues bien, en esta ocasión en particular queremos detenernos específicamente en la plataforma «Encantado de comerte», app zaragozana contra el desperdicio de alimentos que poco a poco comienza a ganar relevancia en todo el territorio español.
La idea del proyecto es bastante sencilla. Como ellos mismos cuentan en su página oficial, cada jornada «se publican lotes de alimentos que los comercios no han logrado vender a lo largo del día». ¿Y qué es lo interesante? Que tienen un 50% de descuento, como mínimo.
De este modo, cada usuario selecciona su lote preferido a través de la app y pasa a recogerlo en el comercio, sin demoras y con la certeza de que hay un intermediario que asegura el buen estado de los productos, para evitar complicaciones.
Para el vendedor, la ventaja es que logra ganar algo de dinero por un artículo que, de lo contrario, hubiera terminado en la basura, generando pérdidas económicas y forzando a reemplazarlo por otros alimentos, con el desgaste que ello conlleva.
Balance súper positivo a un año de su lanzamiento
La llegada de Encantado de comerte, que paradójicamente coincidió con las primeras restricciones por la pandemia, superó cualquier expectativa de sus responsables.
En apenas un año activa, la aplicación se ha expandido por Zaragoza, Madrid, Logroño y Santiago de Compostela, posee una comunidad de más de 25.000 clientes y más de 200 tiendas adheridas, que sacan provecho de este mecanismo de ventas diferente. Uno que, cabe destacarse, no reporta ningún coste ni para el usuario ni para el comercio en cuestión.