El próximo puente de la Cincomarzada, en pleno confinamiento perimetral de la provincia de Zaragoza, supone que muchos de los vecinos de la capital vayan a salir de descanso unos días, apostándolo todo al turismo interior y sus múltiples atractivos.
El caso es que, no muy lejos de casa, tenemos una enorme cantidad de patrimonio tanto natural como cultural, por no hablar del arquitectónico, el gastronómico, etc. Para dar con él, sólo hace falta desplazarse hacia algunos de los pueblos más bonitos de Zaragoza. Justamente eso es lo que haremos en las siguientes líneas:
Longás
Si bien alguno podría llegar a creer que debemos abandonar el territorio provincial para llegar hasta Longás, eso no es así. Sí es cierto que es un viaje algo extenso, comparado con otros, pero asegura tranquilidad y evitar las grandes aglomeraciones de gente.
Allí no debes perderte las sierras de Santo Domingo, el puente medieval de entrada y, si eres un amante de la cocina, no debes perderte el pez hecho en los hornos sobre el suelo.
Gotor
En la comarca del Aranda nos encontramos con esta pequeña localidad que presume de su riquísima herencia histórica. Una herencia única, posible gracias a la reunión de costumbres musulmanas, judías, cristianas y celtíberas. De más está decir que esto es poco habitual.
El convento y la parroquia de Santa Ana son los espacios que no deberías perderte.
Moros
Ya sea desde su mirador, o bien tras caminar hasta el peirón de San Blas, podemos comprender por qué tantos turistas repiten en su visita a Moros.
La parte antigua del pueblo, con la Iglesia de Santa Eulalia que lo ve todo desde lo más alto, invita a conocer algunas de sus casas. Un buen número de ellas tienen una entrada a determinada altura, y otra varios metros por debajo o por encima, a razón del suelo.
Monterde
Si tienes un par de días libres, sin dudas uno de los puntos que aman los visitantes en Monterde es la ermita de la Virgen del Castillo, con sus vistas del monte y el río Ortiz. Tampoco podemos dejar de mencionar su Cristo Yacente, claro.
Mequinenza
Finalmente, Mequinenza no te conquistará con su patrimonio histórico, pero sí con el entorno natural que le rodea. El embalse, donde confluyen los ríos Segre, Ebro y Cinca, da paso a los entusiastas de la pesca deportiva, los deportes de remo y el piragüismo.