Mientras la campaña de vacunación contra el coronavirus avanza lentamente en Zaragoza y Aragón, las autoridades han llevado adelante un estudio para saber si los distintos medios de transporte de la ciudad representan, actualmente, un peligro para sus ocupantes.
Completada la investigación, el Ayuntamiento concluye que el transporte público no supone riesgo de contagio, según han informado a través de un comunicado en su web oficial.
En la propia nota de prensa explican que «viajar en transporte público en Zaragoza no supone riesgos añadidos de contagio de Covid-19 para sus usuarios, siempre que se observen todas las medidas preventivas puestas en marcha».
En otras palabras, señalan que siempre que respetemos recomendaciones como mantener las unidades constantemente ventiladas, que usemos la mascarilla, que evitemos elevar la voz y mantengamos la distancia, no hay motivos para desestimar el transporte local.
Científicos desestiman las hipótesis de contagio
En efecto, podemos afirmar que ni el tranvía ni los autobuses implican un peligro especial o específico respecto de otras actividades de la vida cotidiana. Para ello, dos grupos de científicos han evaluado las condiciones de estos espacios, analizando la «medición de concentraciones de CO2» y el «riesgo de contagio por transmisión aérea del virus».
A partir de parámetros como el tiempo medio de exposición al aire, la presencia de sistemas de purificación y filtración, y los propios cuidados personales que se atiendan, estos expertos han llegado a la creencia de que no existe un riesgo extraordinario.
Nuevas sugerencias para el autobús urbano
En cualquier caso, y para reforzar el buen trabajo de los encargados del autobús urbano de la capital, desde el Ayuntamiento de Zaragoza y Avanza han coincidido en sugerir que las ventanillas y claraboyas permanezcan abiertas todo el tiempo, sin excepciones. Asimismo, se colocarán pegatinas con consejos para los ciudadanos, incluyendo algunas que hagan hincapié en la importancia de no cerrar las ventanillas de cada uno de los vanos.
En simultáneo, los equipos de desinfección deberán seguir desinfectando cada autobús antes y después de prestar servicio, y los conductores tendrán que estar atentos a que las ventanas no hayan sido cerradas durante los trayectos.