Tras el paso de Filomena, la mayor nevada en Zaragoza desde 1930, las autoridades de Aragón y especialmente de la capital, se han puesto manos a la obra para controlar el estado en el que se encuentran los vehículos que circulan a diario por la ciudad.
Así lo han comunicado desde la Policía Local, quienes junto a integrantes de la Dirección General de Tráfico -DGT-, han iniciado en las últimas horas una campaña tanto de control como de vigilancia en torno a las condiciones de los vehículos zaragozanos.
El principal objetivo de esta iniciativa tiene que ver con intentar identificar la presencia de «deficiencias técnicas» en automóviles, furgonetas y vehículos pesados, que puedan «incidir en su accidentalidad», según han comentado al respecto desde el Ayuntamiento.
En cuanto a los aspectos sobre los cuales se centrará la atención de las fuerzas del orden, habrá especial hincapié en el estado de los neumáticos, los frenos, la correcta señalización, las placas y la documentación de los vehículos. Vamos, lo más relevante.
Cuestiones a tener en cuenta
De este modo, todos aquellos vecinos que quieran evitar problemas tendrán que asegurarse, antes de salir de casa, que su matrícula es perfectamente legible, y que no muestra ningún tipo de deterioro que pueda llevar a la confusión a los agentes de tránsito.
En caso de que se perciban obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación, la persona que está cometiendo la infracción se expone a una sanción económica de aproximadamente 200 euros. Pero, si se advirtiera además que la placa de la matrícula ha sido manipulada intencionalmente, la multa podría alcanzar los 6.000 euros.
Por otro lado, los representantes de la DGT recuerdan que existen algunos factores de riesgo a la hora de transitar por las calles, como por ejemplo la antigüedad del vehículo, ya que en muchos casos los modelos con varios años carecen de los sistemas de seguridad adecuados. Y a eso se suma el desgaste producido por el paso del tiempo.
Asimismo, se insiste en la necesidad e importancia de llevar adelante esta clase de campañas de seguridad vial, sobre todo atendiendo a circunstancias excepcionales que dificultan el tránsito por las calles, como las recién vividas a causa de Filomena.