Allá por julio, en el peor momento de la pandemia en términos sanitarios, pero cuando aún sus consecuencias económicas no se habían hecho tan evidentes, comentábamos que el 93% de los bares de Zaragoza cerraría si se prolongaba la situación de aquel momento.
Pues bien, lamentablemente en las últimas semanas estamos siendo testigos de cómo muchos de los sitios a los que solíamos acudir están echando el cierre, sobre todo afectados por el confinamiento. El último caso es el del mítico Bar Artigas.
La despedida de un punto de encuentro de varias generaciones
Tras más de medio siglo, concretamente 54 años, de atender clientes de distintas partes de la ciudad y España, su propietario Enrique Artigas, Kike sus amigos, ha tomado esta decisión, que ya lamentan muchos de los vecinos zaragozanos.
«Está siendo un año muy malo. Estábamos totalmente desmoralizados», comentó Kike en declaraciones a El Periódico de Aragón, explicando que, en su situación personal, también han influido algunas otras cuestiones, sumadas al aislamiento.
«Llevaba meses de baja, me daban ya la jubilación, los gastos hay que seguir pagándolos y con la pandemia pues… entre unas cosas y otras», señala, dando espacio también a la nostalgia, con su «Llevo desde los siete años allí… te puedes imaginar cómo estoy».
Aún queda esperanza
Más allá de que el cierre fue oficializado por el Bar Artigas a través de su cuenta de Instagram, la cual rápidamente se llenó de mensajes de apoyo, unas palabras de Kike generan algo de ilusión en quienes no quieren dejarle partir.
«Mi hijo igual lo cogía, pero ahora imposible tal y como están las cosas. El local es nuestro y si en unos meses esto pasa y él quiere pues oye, que lo abra, pero que sea decisión suya», explicó, si bien no es su deseo, como él mismo confiesa.
«La hostelería es muy sacrificada, yo prefiero que él siga donde está. Él siempre ha estado ayudándome y sabe cómo se sufre. Les he intentado inculcar que, si me han visto a mí que no lo hagan ellos», resume un poco su experiencia.
Probablemente a muchos eso no los convenza. Querrán el Bar Artigas de vuelta.
