El pasado 3 de junio el SEPRONA encontró en una finca de Maella un total de 544 perros en condiciones higiénico-sanitarias deplorables. De ellos, 294 ejemplares eran adultos y 250 cachorros.
Todos ellos estaban en claras condiciones de abandono, les faltaba agua y no gozaban de la atención veterinaria requerida.
El Centro Municipal de Protección Animal (CMPA) de Zaragoza acondicionó sus instalaciones para acoger al mayor número posible de estos ejemplares y recibió el traslado de 190 de estos perros. El resto, fueron trasladados a una protectora de Madrid por orden judicial.
La respuesta de los ciudadanos de Zaragoza ha desbordado todas las previsiones, ya que en solo dos semanas se han recibido más de 1.000 peticiones para acoger a estos perros que encontró la Guardia Civil.
Desde la Oficina de Protección Animal insisten en que la mayoría de los perros son cachorros, por lo que no podrán ser adoptados hasta dentro de un mes y medio, una vez que se hayan destetado completamente y hayan recibido los tratamientos de antiparasitación y las vacunas necesarias para ser entregados a las familias en las mejores condiciones sanitarias.
El inicio del plazo de adopción será comunicado previamente en la página web del Ayuntamiento y en las redes sociales.
El consejero de Participación, Javier Rodrigo, ha valorado la respuesta «generosa» de la ciudadanía, así como la labor de los veterinarios y operarios del CMPA. «Gracias a ellos, estos animales, la mayoría cachorros, han recibido la atención que se merecen y podrán ser realojados pronto en sus nuevos hogares», ha subrayado.
Los animales se incluirán en la web del CMPA y en la plataforma ‘Cuida y adopta’ de la Asociación de Veterinarios Municipales de España.
Los veterinarios deciden
Cuando se abra el plazo, los veterinarios estudiarán las solicitudes recibidas y decidirán con criterios técnicos el hogar más adecuado para cada animal. Por su parte, los adoptantes recibirán consejos para lograr una buena convivencia y adaptación durante los primeros días y evitar su devolución.
Por último, Rodrigo ha destacado también la colaboración del voluntariado del CMPA que habitualmente hace un seguimiento para conocer el bienestar de los animales adoptados, algo que también hará en esta ocasión.
«El primer contacto es antes de los quince días para asesorar a las familias y evitar devoluciones indeseadas y, el segundo, un mes después para garantizar que los animales están en buenas manos«, ha precisado.
En el caso de que los voluntarios/as detecten situaciones de maltrato animal, la Oficina de Protección Animal iniciará el procedimiento sancionador y lo comunicará al SEPRONA o a la Policía Local.
Los 810 adoptantes que se queden sin cachorrito, como tienen hogar para un perrete, seguro que serán muy felices adoptando a otros 810 perretes que lleven en una jaula esperando media vida a que los adopten