Zaragoza entró ayer en la fase 1 de la desescalada del coronavirus. La ciudad recuperará poco a poco la normalidad y retomará la actividad económica, que ha estado paralizada en su mayoría debido al confinamiento.
El alcalde, Jorge Azcón, ha celebrado la reapertura de los comercios, pero ha pedido prudencia para evitar un rebrote de contagios, que, en sus palabras, sería «dramático».
Pese a que los comercios ya podían abrir sus puertas, solo el 8% de los cafés y bares de Zaragoza retomaron su actividad en el día de ayer. Hay que tener en cuenta que solo pueden atender a los clientes en la terraza y al 50% de su capacidad. Además, se debe cumplir el distanciamiento de dos metros entre personas, lo que dificulta la reapertura de muchos establecimientos.
Así lo explicó, en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia, José María Marteles, quien recalcó que han abierto muy pocos establecimientos, «entre un 7 y un 8% nada más«.
En concreto, ha detallado que esto se debe a que el 40% de los establecimientos tienen terraza y, de ellos, solo un 10% tiene más de diez mesas. Al ser el aforo solo del 50 por ciento, no sale rentable abrir.
Marteles subrayó que, en el caso de Zaragoza ciudad, el Ayuntamiento «se ha portado bastante bien» y va a dejar ampliar las terrazas. «Lo que pretendemos es tener las mismas mesas que teníamos el año pasado pero con más espacio, porque esto no es problema de aforo, es problema de distancias entre clientes, si necesito entre ellos dos metros necesitaré más suelo de vía pública«.
Pero, de momento, muchos establecimientos todavía no han decidido abrir sus puertas: «El que ha abierto hoy, o es un bar muy familiar o a abierto a pérdidas, porque no salen las cuentas«.
En este proceso de desescalada, estos establecimientos también deben implementar nuevos protocolos de desinfección y limpieza, que les suponen gastos adicionales. Estas medidas van desde la desinfección de las mesas y sillas con el cambio de clientes hasta de los baños varias veces al día. Además, no puede haber nada común ni accesorio encima de las mesas como servilleteros o cartas de menús.
A esto hay que sumar la desinfección general del establecimiento, que tienen que tener geles hidroalcohólicos, sistemas de protección para los trabajadores, más ropa de trabajo para poder desinfectarla al final de la jornada y lavar las vajillas a una temperatura de entre 60 y 80 grados y almacenar en una zona cerrada.
«Para una persona que tiene un velador con tres mesas no me compensa. Por eso estamos recibiendo muchas llamadas de establecimientos que quieren ampliar sus terrazas, pero vamos, hoy han abierto muy pocos porque no compensa, es abrir a pérdidas», ha expuesto.
Más aperturas en la fase 2
Marteles opina que muchos establecimientos esperarán a abrir a partir de la fase 2 cuando, en principio, podrán abrir los establecimientos por dentro, aunque no las barras solo las mesas, pero esto permitirá que puedan tener más clientes.
«Hoy no ha habido un gran acierto en la apertura de los bares, la situación es muy complicada, habrá que ver cuando entremos a la fase 2 qué va a pasar con la zona de El Tubo, porque es una zona que cuenta con mucha gente, es muy difícil y complicado». En este punto, ha opinado que entre un 15 y un 20% de establecimientos tardarán «más tiempo» en volver a abrir sus puertas.