Los envases de vidrio son más higiénicos, inertes, no alteran el sabor de alimentos ni bebidas y, su uso en la industria de la perfumería y medicamentos es muy común, ya que garantiza la calidad original del producto.
A diferencia de los envases de otros materiales como el plástico, el vidrio es neutro y no genera ninguna interacción química con su contenido. Es posible almacenar cualquier tipo de producto o alimento.
Al usar tarros herméticos de vidrio se impide el traspaso de oxígeno o del gas carbónico, que son los principales responsables de la descomposición de alimentos. Asimismo, ese material no altera el sabor ni el color.
Todas estas ventajas traen como consecuencia que los alimentos o cualquier otro producto envasado con vidrio tenga un mayor plazo de vida útil; incluso hasta dos veces más. Este es un material de resistencia superior, que se traduce en un mejor desempeño contra presiones e impactos. Es una excelente alternativa para embalajes (con una buena técnica de protección).
También es resistente a la agresión y no ataca el medio ambiente, lo que significa que puede ser desechado sin inconvenientes para que sea sometido a procesos de reciclaje. Hablamos pues, de un material completamente ecológico, imprescindible en los tiempos que corren.
Por qué es bueno usar tarros de vidrio
Lo hemos venido mencionando, pero la intención es aportar más detalles con relación a todas las ventajas que implica hacer uso de este material, bien para fines domésticos o comerciales. Es la mejor alternativa cuando se trata de distribuir alimentos o simplemente, para conservarlos en casa.
A continuación describimos sus principales cualidades.
Hermosos diseños
Es una de sus ventajas, ya que es un material completamente moldeable y puede ajustarse a infinidad de diseños. Es elegante y duradero. Cuando se trata de aprovecharlo para implementar la marca de un producto, este puede garantizar su identidad al crearse un envase único que quede plasmado en la conciencia de los usuarios.
También es posible identificarlo a través de colores que logran aumentar la percepción del producto y el propio envase. Un buen ejemplo del aprovechamiento de este material lo tienen en Tapas Rioja, donde se puede conseguir una variedad importante de tarros, botellas, envases, frascos y más.
Tienen una amplia línea de exhibición que incluye:
- Frascos de vidrio
- Frascos de diseño
- Envases de laboratorio
- Sistemas de cierre y etiquetas adhesivas
Y es que el envase de vidrio permite implementar interesantes estrategias de marketing, ya que cuenta con diversas opciones para la decoración y la colocación de rótulos adhesivos.
Además es adaptable a muchas formas de cierre, los cuales van a depender del tipo de contenido y uso. Así como las tapas herméticas, también son comunes los tapones, tapas de plástico, la metálica, a presión y de garra metálica, entre otros.
El vidrio es versátil
Este atiende a todas las necesidades de los sectores de producción y segmentos de mercado, ya que su desempeño en el ámbito industrial puede ser probado a pequeña o gran escala. Es un material que resiste a los más exigentes procesos de fabricación y además, es compatible con contenidos o productos fríos y calientes, así como también es perfecto para envasar productos antisépticos, esterilizados y pasteurizados. Es la mejor alternativa para almacenar productos naturales gracias a su inercia.
Sus aplicaciones son ilimitadas y se adaptan a todas las necesidades, desde productos sencillos y elaborados de forma artesanal, hasta los más sofisticados y elegantes. También son ideales si la intención es llevar a cabo una línea de producción para consumo de masa. Y por su fuera poco, es posible aprovechar su retorno para el reciclaje. Todo esto lo convierte en una opción muy beneficiosa cuando se trata de reducir costes.
Aunado a lo ya descrito, se jacta de la ventaja de ofrecer al consumidor un producto de fácil y sana manipulación y con todas las garantías de salubridad y calidad.
Es ecológico
Lo dijimos antes. El vidrio es 100% reciclable, lo que permite desarrollar una economía totalmente sustentable y ofrecer al consumidor la opción de utilizarlo para guardar otro tipo de productos, objetos, alimentos o bebidas.