Si no sabes qué es y cómo funciona una torre de refrigeración, la empresa Fluideco, referencia en productos industriales, nos comparte información detallada al respecto.
Una torre de refrigeración es una estructura que expulsa a la atmósfera el calor que se produce en un proceso industrial, mediante técnicas de evaporación del agua o conducción, que se aproxima a una temperatura del bulbo del aire.
Los sistemas de dosificación química consiguen que las torres de refrigeración funcionen dentro de los parámetros adecuados y no surjan problemas. además, los pozos de agua de sondeos santibañez permiten un sistema óptimo.
Con la evaporación se elimina entre 75% y 80% del calor de agua mediante y termina de enfriarse mediante transferencia al flujo de aire sustancial. Es un proceso que se aplica desde hace más de 100 años, aunque hoy en día está modernizado.
En la garantía de funcionamiento de las torres de refrigeración, los sistemas de dosificación tienen especial importancia, pues permiten mantener parámetros adecuados de agua en tuberías, que pueden verse afectadas por la corrosión o la incrustación.
Para evitar problemas de ese tipo, los sistemas de dosificación química inyectan productos como inhibidores de corrosión, ácido sulfúrico, hipoclorito sódico, biocidas e inhibidores de incrustación.
Estos sistemas también permiten que el agua de recirculación y del agua de repuesto tengan las especificaciones adecuadas para el proceso, como pH, cloro, conductividad, controlados en continuo mediante un sistema de análisis y muestreo del agua.
Generalmente, las torres de refrigeración poseen una superficie de intercambio de calor y masa humedecida mediante un dispositivo de distribución de agua; un sistema de ventilación (natural o forzada) encargado de favorecer y, en su caso, forzar el paso del aire ambiente a través del relleno de intercambio de calor y masa; y diferentes componentes auxiliares tales como una balsa colectora de agua, bomba de recirculación, separadores de gotas e instrumentos de control.
Cómo funciona
La torre de refrigeración enfría el agua caliente, evaporizándola en forma de lluvia de gotas que caen en un entramado o relleno intercambiador, compuesto por un conjunto de finas láminas de PVC, donde se refrigeran por medio de una corriente de aire, que fluye en sentido contrario. Es cuando el agua, ya fría, cae a un depósito que la recoge y que, en su caso será distribuida por un circuito.
El aire que se usa, que puede ser natural o con ventiladores, atraviesa la torre de abajo hacia arriba. Es así como la transferencia de calor se produce cuando el agua (a mayor temperatura) y el aire (a menor temperatura) confluyen en el relleno de la torre. Allí ocurre el intercambio térmico entre los dos fluidos.
Este relleno tiene la finalidad de aumentar la superficie y el tiempo de contacto entre el aire y el agua fomentando la eficiencia del enfriado. Al evaporarse, el agua toma el calor que necesita del resto del agua circulante, enfriándola.