Si Zaragoza cuenta con motivos de sobra desde lo cultural, artístico y natural como para llamar la atención de los viajeros que llegan hasta sus tierras, debemos decir que de vez en cuando también es tiempo de detenerse en algunos de los encantos perdidos de este ineludible destino nacional.
Particularmente, los amantes del chocolate podrán comprobar en Zaragoza que no hace falta irse hasta Bélgica o Suiza para disfrutar de algunas de las más exquisitas preparaciones del cacao ni tampoco de los tours donde se destaca su relevancia histórica.
Y es que la capital aragonesa ofrece ahora mismo a todos sus turistas, una enorme cantidad de recorridos temáticos, paseos por museos y tiendas, y acceso tanto a chocolaterías como a reposterías que no pueden faltar en nuestro itinerario. Un plan idóneo para viajar con los más pequeños, que se complementa con un hotel familiar en Zaragoza a pocos minutos de la capital.
Pero no se trata sólo de degustar el chocolate local como podría ocurrir en cualquier otra localidad que visitemos, sino que Zaragoza tiene además una historia muy relacionada con el origen del cacao en España.
Zaragoza fue la primera ciudad de Europa en la que se consumió chocolate líquido. Esto ocurrió concretamente en el Monasterio de Piedra. Cuenta la historia que un viajero que acompañó a Cortés hacia México trajo cacao para que fray Antonio de Alvarado lo cocine, y así comenzó el gusto por esta preparación en la zona.
Desde ese momento, en el año 1534, en el Monasterio de la región comenzaron a preparar chocolate, dando inicio a una tradición que supo poner a Aragón a la cabeza de los homenajes a este tipo de gastronomía, comenzando por ejemplo por el Museo del Chocolate, que forma parte del Monasterio de Piedra, conservando aún muchos de los sitios donde el chocolate “nació” en Europa.
En la actualidad, las entidades de turismo de Zaragoza, proponen a los viajeros que llegan a la ciudad, la posibilidad de disfrutar de un extenso Chocotour, el cual tiene más de dos horas de duración, y les permite conocer espacios como por ejemplo la Lonja de Mercaderes, que también data de aquellos primeros años del cacao preparado en España.
De allí también se pueden conocer otros parajes ineludibles, como la chocolatería tradicional La Fama, en pleno casco antiguo de la ciudad, o bien el Museo Pablo Gargallo, donde podemos probar algunas de las delicias realizadas por maestros pasteleros locales.
Éstos son sólo algunos de los recorridos relacionados con el chocolate en Zaragoza, así que ya sabes, la próxima vez que vengas, no pierdas de vista la enorme cantidad de opciones de turismo en torno de este tipo de gastronomía dulce.