La Red de comercios amigables con las personas mayores cuenta ya con 525 establecimientos que se extienden por toda la capital aragonesa, con el objetivo de ayudar de la mejor forma posible a estas personas.
Con su conexión a la red, este medio millar de tiendas se compromete a cumplir una serie de requisitos de accesibilidad, comodidad durante la estancia, (como colocar asientos para descansar), calidad de la atención, fácil acceso a los productos, visibilidad de los precios o la posibilidad de ofrecer servicio a domicilio, entre otros muchos aspectos.
En 2015 el Ayuntamiento de Zaragoza pone en marcha la Red de Comercios Amigables con las Personas Mayores en la línea de potenciar barrios cohesionados, en los que el comercio amigable es un comercio amable en el trato, en el que se puede confiar, de fácil acceso, seguro y confortable.
Con vistas a las compras navideñas y apoyando también al comercio de proximidad, se lanza una campaña para fomentar nuevas adhesiones a la red y potenciar las compras en el pequeño comercio.
Los establecimientos que participan en la red se comprometen a realizar mejoras de accesibilidad y comodidad para personas mayores, asistir a las sesiones de formación especialmente vinculadas a su orientación hacia las personas mayores, identificar el comercio como miembro de la Red con un distintivo y permitir las visitas de seguimiento cada dos años.
Para este trabajo, y como uno de los elementos que lo diferencian del que se realiza en otras ciudades, son las personas mayores voluntarias quienes visitan los comercios de proximidad y valoran su amigabilidad en base a la iluminación, accesibilidad y confort, sonido ambiental, información y atención, entre otros aspectos.
El proyecto cuenta con un equipo de unos 15 voluntarios que reciben formación y que se reúnen periódicamente, ha detallado el Ayuntamiento de Zaragoza en una nota de prensa.
