La Diputación Provincial de Huesca (DPH) va a llevar a la nieve a más de 1.500 jóvenes desde el mes de enero y hasta comienzos de abril con la Campaña de Esquí. Son escolares de entre 10 y 18 años, que este año proceden de 40 colegios altoaragoneses para disfrutar durante una semana de la práctica del esquí y de otras propuestas didácticas que permite el recurso de la nieve y se desarrollarán entre las pistas y los distintos albergues ubicados a pocos kilómetros.
A lo largo de doce semanas, participarán en la Campaña Escolar de Esquí de la DPH estudiantes de hasta una 20 de municipios diferentes, la mayor parte de ellos bastante alejados de las pistas de esquí, como Alcolea, Fraga, Albelda, Sariñena, Monzón, Zaidín, Torrente de Cinca, Barbastro, Chimillas, Ayerbe, Broto, Tamarite de Litera, Adahuesca o de la capital altoaragonesa.
La campaña se va a desarrollar en todas las pistas de esquí alpino de la provincia: Astún y Candanchú, en el valle del Aragón; Formigal y Panticosa, en el valle de Tena; y Cerler en el valle de Benasque.
El presidente de la Comisión de Cultura, Educación y Deporte de la DPH, Francisco Mateo, ha manifestado que este es uno de los avances más importantes que se ha conseguido en los últimos años, ya que anteriormente solo se realizaba en Panticosa.
Además, se ha referido al aumento del presupuesto, pasando de 70.000 euros de hace tres años, a los 140.000 euros en el año 2017 y los 175.000 actuales.
Esta iniciativa que comenzó a finales de los 90 y actualmente es una actividad integrada en el calendario escolar, que esta temporada ha vuelto a dar cabida a todos los centros y asociaciones de padres y madres que lo han solicitado hasta llegar a los 1.520 escolares.
La opción con mayor aceptación ha sido la de esquiar en Aramón-Cerler con alojamiento en el albergue Velarta de Villanova, seguida de los grupos que pasarán la noche en el albergue ‘Quinta Vista Alegre’, en El Pueyo, y durante el día disfrutará del dominio esquiable que conforman de Formigal y Panticosa. El resto de escolares irá a la emblemática localidad de Canfranc, desde donde subirán todos los días a Astún o Candanchú.
La Diputación de Huesca subvenciona con un máximo de 100 euros la cuota de cada participante que, en el caso de los de la modalidad tradicional, incluye el transporte de ida y vuelta desde los centros de origen hasta el albergue, el transporte diario hasta las pistas, el alquiler de material de esquí, el acceso a los remontes durante los cinco días que dura el curso, la atención sanitaria y seguro de accidentes, la comida en la estación, la estancia en el albergue y todo un programa de actividades de tiempo libre.