Los sanitarios Roca son piezas clave del cuarto de baño por su función y diseño, entre muchos otros aspectos. Por esta razón, es importante limpiarlos con frecuencia para evitar la propagación de gérmenes o bacterias que puedan afectar nuestra salud. Expertos aseguran que tres minutos bastan en la tarea de limpieza para que los sanitarios Roca queden impecables.
Guillermo Díaz, director de Asuntos Técnicos y Reglamentarios de la Asociación de Empresas de Detergentes y Productos de Limpieza (ADELMA), indicó en una entrevista al diario El País que “la frecuencia dependerá del uso y de las personas que lo compartan. En familias con niños pequeños (que aún no tienen una buena higiene de las manos) o personas mayores, esta limpieza y desinfección deberá ser más frecuente y concienzuda. Una recomendación genérica sería la de dos veces por semana. Una de ellas con un limpiador antical y otra con un limpiador desinfectante, que asegurará limpieza, blanqueo y desinfección”.
Sin embargo, no todas las bacterias son capaces de crear una infección en los sanitarios Roca. La mayoría de las bacterias del baño son de tipo dérmico y no conllevan ningún riesgo para el ser humano pero advierte que no existe el ‘riesgo cero’.
Según los expertos de la tienda www.todoenbaños.com, para la limpieza de todo tipo de sanitarios, ya sean sanitarios Roca o de cualquier otra marca, hay que seguir los siguientes y sencillos pasos:
- Siempre usar guantes. Retirar cualquier objeto que pueda estar sobre el wc y vaporizar por fuera todo el inodoro, incluyendo la tapa, abierta y cerrada, la cisterna y el pie.
- Aplicar limpiador de sanitarios dentro de la taza, en la zona por donde sale el agua al tirar de la cadena. También limpiar el tirador de la cisterna.
- Cerrar la tapa y con papel de cocina retirar el limpiador que se aplicó en la parte exterior.
- Con el cepillo de dientes limpiar las juntas más inaccesibles, la zona de los tornillos que ajustan la tapa, la taza al suelo, etc.
- Con la escobilla ‘barrer’ bien toda la zona interior de la taza, en círculos de arriba abajo, insistiendo en los conductos por donde sale y desaparece el agua, más inaccesibles.
- Una vez terminado, tirar de la cadena y dejar correr el agua, con la que se va a aclarar la escobilla. Para su secado, la sujetamos en horizontal entre la tasa y el asiento.