Risoterapia, el poder de la risa
La risa, algo tan habitual en nuestras vidas, tiene inmensas propiedades beneficiosas, al punto de poder considerarse como medicinal, curativa y hasta resolutiva de problemas y males que nos aquejen.
Sí, como lees, resulta que este elemento que a veces no solemos valorar en favor del estrés, las preocupaciones diarias y las molestias a veces tontas, puede ser la clave para tener una mejor calidad de vida.
A ello contribuye su inmenso poder, del que estaremos hablando en el presente artículo.
Estimulante de las interacciones sociales
La risa, como manifestación de buen humor y sensaciones de alegría o empatía, es un elemento poderoso para estimular y hacer efectivas nuestras interacciones sociales.
Todos nos sentimos más atraídos a entablar conversación y amistad con aquellos que desbordan cercanía, buen rollo y contentura, que con los que, puede ser en algunos casos sin querer, levantan murallas a su alrededor mediante un férreo carácter y una apatía desbordante y, por ende, asocial.
Perfeccionador de la psiquis
El poder de la risa también se materializa en variados beneficios a la psiquis, nuestras emociones, y el organismo en general, lo que es de gran ayuda para lidiar mejor con nuestras cargas de estrés y las preocupaciones del día a día, así como para gozar de una mejor salud.
Entre estos beneficios tenemos que ayuda a prevenir padecimientos cardiacos, compensa los efectos negativos de emociones como el enojo y el miedo, mejora nuestro humor a corto y largo plazo, permite elevar nuestra autoestima, realización emocional y rendimiento laboral, y contribuye a superar problemas generadores de estrés si es que se usa como herramienta para ello.
Esto último, reír ante los problemas y preocupaciones, puede ser dificultoso, pero se consigue con solo proponérnoslo y entrenarnos.
Asimismo, otras bondades que demuestran el poder de la risa son la ejercitación que provoca de músculos, órganos como los pulmones y sistemas del organismo como el cardiovascular y el respiratorio. A la vez, estas incidencias provocan reacciones útiles para el tratamiento o la compensación de los efectos de padecimientos como la hipertensión y el asma.
Conquistar el poder de reír
Como dijimos, reír ante los problemas puede costarnos porque de forma natural no acudimos a esta acción. Lo normal o socialmente heredado es que nos dejemos abatir, sumiéndonos en un profundo estrés que no liberamos hasta que superemos la situación conflictiva.
Sin embargo, nuestro cerebro no distingue entre una risa falsa y una auténtica, y en tal sentido, mover los músculos de la cara como si estuviéramos riendo, aunque no estemos de humor, hará que nos apropiemos de ese inmenso poder que tiene la risa.
De todas formas, podemos ganar en sentido del humor y reír más si nos rodeamos de personas agradables que transmitan buen rollo, vemos con más frecuencia productos comunicativos relacionados con el humor o sencillamente nos imponemos la meta de reír.
Considerando todos los beneficios que la risa nos da, es cuando menos una de las mejores inversiones que podemos hacer en nuestra cotidianidad para la mejoría de nuestro carácter, organismo, salud y calidad de vida.