Continúa la polémica por la estética de los locales comerciales en el Casco

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La tienda de Frutos Secos el Rincón en la plaza de Ariño-calle Don Jaime ha cambiado el color amarillo chillón de su fachada por un gris discreto, casi dos años después de su apertura. La semana pasada cambió de cara, tras un requerimiento de Patrimonio del Gobierno de Aragón por estar en el entorno de un Bien de Interés Cultural (BIC). Mientras, otros locales del Casco Histórico que incumplen la normativa estética no han cambiado, como el nuevo negocio de ‘vending’ Pica&Pica 24 horas de la plaza de San Felipe.

«La tienda abrió en las fiestas del Pilar de 2013. Tras la apertura, la DGA requirió que se adaptase la fachada a los criterios estéticos de la zona. La tienda está en el entorno BIC del Palacio de Los Torrero (sede del Colegio de Arquitectos). Ha habido comunicación fluida con Patrimonio y se ha aceptado su propuesta», explican fuentes de Frutos Secos el Rincón.

La estética de los locales comerciales del Casco Histórico está regulada por la normativa autonómica de protección del patrimonio y por varias ordenanzas municipales, así como el Plan General de Ordenación Urbana. El anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento redactó unborrador de una nueva normativa para el Casco que unificara y aclarara puntos sobre colores, materiales, diseño, etc. Es uno de los temas que quedan pendientes para la nueva corporación municipal.

«En el Casco Histórico hay una mezcla de colores, carteles y materiales. Se debería cuidar más y mantener una estética común. Hace un tiempo en Urbanismo eran más estrictos, pero últimamente habían flexibilizado los criterios para atraer nuevos negocios. Es discriminatorio que con algunos negocios sean muy rigurosos y con otros no», afirma Javier Rodríguez, miembro de la junta de la asociación de vecinos Lanuza-Casco Histórico y vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Barrios (FABZ).

La asociación de comerciantes del sector Calle Alfonso y adyacentes también se quejaba recientemente de que «la vara de medir» no es la misma para todos. En los últimos meses han abierto varios negocios en el Casco Histórico con una estética llamativa, siguiendo sus colores corporativos.

Uno de los casos más polémicos fue el local de ‘vending’ de la plaza de San Felipe, en naranja y negro. El negocio abrió en Semana Santa, cambiando por completo la estética de la panadería que había antes y de otros locales de la plaza. Tras muchas críticas ciudadanas, el Ayuntamiento explicó que se había iniciado un expediente sancionador por ejecutar las obras sin licencia. Urbanismo ordenó a mediados de abril la clausura de la actividad por poner a la venta productos no autorizados para menores y fijó un plazo de 15 días para restablecer el aspecto original de la fachada. Mes y medio después, la fachada sigue igual y las máquinas de ‘vending’, funcionando.

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