Restauración del Seminario San Carlos de Zaragoza

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Los principales trabajos se centrarán en la torre, cubiertas y fachadas.

 

El Real Seminario de San Carlos de Borromeo de Zaragoza está considerado como una auténtica joya artística de la ciudad tanto por su impronta arquitectónica como por su importancia histórica.

Su actual estado de conservación ha llevado al Gobierno de Aragón, Caja Inmaculada y el Arzobispado de Zaragoza a suscribir un acuerdo por el que las tres instituciones van a invertir más de dos millones y medio de euros en trabajos de restauración.

Desde el año 2004 se han llevado a cabo diversas actuaciones de emergencia en la zona de la torre, por un importe que ronda los 500.000 euros. Ahora, los trabajos de recuperación, que supondrán una inversión de otros 2,3 millones, se centrarán en las cubiertas, las fachadas y la torre.

El convenio firmado por la consejera de Educación, Cultura y Deporte, María Victoria Broto, el presidente de CAI, Antonio Aznar y el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, distribuye la colaboración de la siguiente manera: la DGA aportará el 33,34% de la restauración, CAI el 33,33% y el Arzobispado otro 33,33%, una cofinanciación que se ejecutará durante los ejercicios 2010, 2011 y 2012.

Este emblemático edificio fue declarado Bien Interés Cultural en 1983. Está situado en el centro histórico de Zaragoza, en el extremo de la antigua judería y fue construido a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. Exteriormente se presenta como una gran edificación de ladrillo, sin otra decoración que los huecos de las ventanas y las dos portadas barrocas que dan a la Plaza de San Carlos.

La iglesia está formada por una nave alargada y capillas laterales entre contrafuertes cubiertas con bóvedas estrelladas. El conjunto tiene adosada una torre de traza barroca construida en la segunda mitad del siglo XVII. Fue residencia y colegio de jesuitas hasta su expulsión en el siglo XVIII y allí residió el aragonés Baltasar Gracián, figura de especial significación en el panorama barroco de las letras.

 

 

 

El Real Seminario de San Carlos de Borromeo de Zaragoza está considerado como una auténtica joya artística de la ciudad tanto por su impronta arquitectónica como por su importancia histórica.

Su actual estado de conservación ha llevado al Gobierno de Aragón, Caja Inmaculada y el Arzobispado de Zaragoza a suscribir un acuerdo por el que las tres instituciones van a invertir más de dos millones y medio de euros en trabajos de restauración.

Desde el año 2004 se han llevado a cabo diversas actuaciones de emergencia en la zona de la torre, por un importe que ronda los 500.000 euros. Ahora, los trabajos de recuperación, que supondrán una inversión de otros 2,3 millones, se centrarán en las cubiertas, las fachadas y la torre.

El convenio firmado por la consejera de Educación, Cultura y Deporte, María Victoria Broto, el presidente de CAI, Antonio Aznar y el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, distribuye la colaboración de la siguiente manera: la DGA aportará el 33,34% de la restauración, CAI el 33,33% y el Arzobispado otro 33,33%, una cofinanciación que se ejecutará durante los ejercicios 2010, 2011 y 2012.

Este emblemático edificio fue declarado Bien Interés Cultural en 1983. Está situado en el centro histórico de Zaragoza, en el extremo de la antigua judería y fue construido a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. Exteriormente se presenta como una gran edificación de ladrillo, sin otra decoración que los huecos de las ventanas y las dos portadas barrocas que dan a la Plaza de San Carlos.

La iglesia está formada por una nave alargada y capillas laterales entre contrafuertes cubiertas con bóvedas estrelladas. El conjunto tiene adosada una torre de traza barroca construida en la segunda mitad del siglo XVII. Fue residencia y colegio de jesuitas hasta su expulsión en el siglo XVIII y allí residió el aragonés Baltasar Gracián, figura de especial significación en el panorama barroco de las letras.

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