En el Paraninfo hasta el próximo 13 de diciembre.
En conmemoración del 70 aniversario del comienzo del exilio.
La muestra está organizada por la Universidad de Zaragoza y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), bajo la coordinación del Ministerio de Cultura La exposición, con fondos de más de 70 colecciones públicas y privadas, reúne casi doscientas piezas, algunas de ellas mostradas por primera vez en España
El Paraninfo acoge hasta el próximo 13 de diciembre la exposición ‘Después de la alambrada. El arte español en el exilio (1939-1960)’, una exposición organizada conjuntamente por la Universidad de Zaragoza y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), bajo la coordinación del Ministerio de Cultura, para conmemorar el 70 aniversario del inicio del exilio. Jaime Brihuega es el comisario de esta muestra, que analiza por primera vez en profundidad los diferentes exilios geográficos, sociológicos, ideológicos y estéticos que impregnaron el arte español del siglo XX
La exposición reúne casi doscientas piezas, algunas de ellas mostradas por primera vez en España, de medio centenar de artistas que ponen de manifiesto la importancia de la cultura artística del exilio y su gran aportación a las tierras de acogida. La muestra, posible gracias a la colaboración de más de 70 colecciones públicas y privadas, ahonda en las claves temáticas y formales del imaginario artístico del exilio, así como en los elementos característicos del arte producido antes y después de la guerra civil española.
La guerra civil, primero, y la Segunda Guerra Mundial, después, fracturaron violentamente el arte español del siglo XX. El aislamiento internacional de la España de la Autarquía contribuyó a frenar la modernización de la cultura artística española y, en este contexto, muchos artistas fieles a la República se vieron obligados por razones políticas o de asfixia cultural a exiliarse y dispersarse por diferentes puntos del planeta.
La exposición recorre un periodo marcado por dos hitos claros en la evolución del arte español. La primera fecha, 1939, marca el final de la guerra civil y el comienzo del exilio, mientras que la segunda, 1960, señala el inicio de la modernización del arte de la España gobernada por Franco. Sobre este segmento histórico, la exposición despliega una reflexión estética e ideológica acerca del arte del exilio español en su conjunto, ahondando en las transformaciones experimentadas entre el arte que los artistas exiliados llevaron consigo al dejar España y la metamorfosis experimentada a partir de los nuevos contextos históricos, culturales y estéticos.
Las obras de la exposición se agrupan en torno a los dos grandes territorios sobre los que se diseminó el exilio artístico español. El primero de estos territorios es el continente americano, destacando sobre todo México, donde el desembarco de intelectuales y creadores españoles dio lugar a una importante trama de plataformas culturales asociadas al exilio en un auténtico encuentro entre culturas. Entre los artistas más importantes de este destino del exilio cuyas obras están presentes en la exposición cabe mencionar a Aurelio Arteta, Antonio Ballester, Manuela Ballester, José Bardasano, Salvador Bartolozzi, Enrique Climent, Roberto Fernández Balbuena, José García Narezo, Elvira Gascón, Ramón Gaya, José Moreno Villa, Josep Renau, Antonio Rodríguez Luna, Miguel Prieto, Arturo Souto y Remedios Varo.
Buenos Aires, con Rafael Alberti, Manuel Ángeles Ortiz, Manuel Colmeiro, Maruja Mallo y Luis Seoane, fue el segundo destino transoceánico que congregó a más artistas exiliados, seguido por otros puntos de América como Cuba, República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico, Guatemala o Nueva York. Eugenio Granell, Cristóbal Ruiz, Ramón Martín Durbán o Esteban Vicente, entre otros, son algunos de los artistas exiliados en América con representación en la exposición.
El segundo territorio que vertebra esta exposición es el continente europeo, en el que destaca París, una ciudad que, a pesar de la ocupación nazi y de perder paulatinamente el liderazgo como centro mundial del arte contemporáneo, representó una meca para los artistas del exilio español y un verdadero santuario del antifranquismo. En este capítulo de la exposición están presentes artistas como Esteban Francés, Timoteo Pérez Rubio, Manuel Viola, Honorio García Condoy o Ángel López Obrero, entre otros.
Londres, por su parte, supuso una residencia fugaz para José María Ucelay y Gregorio Prieto, mientras que la Unión Soviética representó una circunstancia intensísima en la vida de Julián Castedo y de Alberto, proporcionándole elementos para un diálogo entrañable entre la memoria de España y la asimilación de la nueva realidad geográfica y cultural.
La exposición se completa con tres instalaciones audiovisuales simbólicas sobre la guerra, los campos de concentración y la travesía del océano, tres itinerarios que debe atravesar el espectador para visitar la muestra, así como un cortometraje cinematográfico sobre el exilio español realizado ex profeso por el cineasta Joan Dolç para la muestra. Además, la muestra incluye dos collages antológicos (un audio musical y un vídeo cinematográfico) realizados con obras compuestas por músicos y cineastas en el exilio.
Por último, y como complemento a esta exposición, el Colegio Mayor Cerbuna celebrará en noviembre el ciclo “La posguerra española en el cine”, que incluye ocho películas que se proyectarán los días 3, 4, 5, 10, 11, 12, 17 y 18 de noviembre.
Fuente: www.unizar.es