Una colección de grabados muestra la lucha, el dolor y la sátira contra la guerra. La Guerra de la Independencia no es la misma si el que la interpreta es un absolutista, un liberal o un afrancesado. Y mucho menos si el que la representa es un francés. Pero entre todas las miradas a la guerra del francés destaca la de Francisco de Goya. En torno a los Desastres de la guerra del pintor aragonés se ha construido el discurso de la exposición Miradas sobre la Guerra de la Independencia, que ayer se inauguró y que el público podrá visitar hasta el próximo 10 de mayo en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. La vicerrectora de Proyección Cultural y Social de la Universidad de Zaragoza, Concha Lomba; la directora de Acción Cultural de la Biblioteca Nacional, Ana Santos; Jesús González Isla, de la Fundación 2008 y el comisario de la muestra, Valeriano Bozal presentaron ayer la exposición.
«Entre todos los puntos de vista sobre la guerra, el más interesante es el de Goya. Una mirada poco dada el heroísmo, al énfasis y al tópico. Es el punto de vista de las víctimas que se adelanta dos siglos al modo de entender las cosas», explicó el comisario Valeriano Bozal antes de comenzar el recorrido por la exposición, que refleja la España de la contienda a través de 151 obras de la época realizadas por diferentes artistas (ciento treinta y tres proceden de la Biblioteca Nacional, trece de Calcografía Nacional y cinco del Museo de Historia de Madrid).
La exposición se configura en torno a un eje narrativo que inicia el recorrido con los protagonistas y los precedentes del conflicto. En este primer apartado se pueden ver retratos, entre otros, de Carlos IV, Fernando VII, Napoleón, José Bonaparte y el pueblo. En la segunda, la muestra se centra en la propia guerra: los hechos, los desastres, la situación política, el debate político y la sátira. Aquí es donde se pueden ver la serie de los desastres de Goya (las pruebas de estado, lo que ya habla de la calidad de la reproducción), grabados en los que la sátira contra el enemigo es lo fundamental y distintos documentos como la Constitución de Bayona de 1808, que reconocía a José Bonaparte. La exposición concluye con una mirada a las funestas consecuencias de aquella guerra. Junto al acta de la derogación de la Constitución de Cádiz por Fernando VII, se contrapone un grabado en el que El deseado es vitoreado por el pueblo.
Fuente: www.fundacion2008.com
